Thursday, October 11, 2012
Sunday, June 03, 2012
De la libertad de expresión y otras falacias... o "Sopa y sus hijas"
Por Andrea López
@conejoazulorama
Antes que nada es importante sentar los precedentes: Durante 2010, Wikileaks causó efervescencia en internet con los diferentes cables que difundieron, poniendo en jaque a diversas instituciones a nivel mundial. A su vez, la organización Anonymous se encargó de sacudir lo suficiente como para también crear un foco rojo que el Gobierno de los E.E.U.U. miró con mucha atención. Aunado a esto, para el mundo están más que presente las diversas movilizaciones que dieron pie a las revoluciones del 2011, mismas que sucedieron gracias a las redes sociales. Tomando en cuenta lo anterior es importante preguntarse ¿cuál es la verdadera importancia de la Ley SOPA y las demás leyes que se proponen a partir de ésta? Su intención principal es detener la piratería en internet y proteger los derechos de autor de las obras que circulan en la red. Recordemos por favor que esto no es un problema reciente, es una cuestión planteada desde hace ya varios años a partir del surgimiento y apogeo de Napster. En general, busca proteger y ayudar a cualquier obra intelectual a nivel internacional. Ahora bien, en el caso de México, Federico Döring ha propuesto una ley “similar”. La famosa “Ley Döring”, según la explicación del propio senador a Denise Maerker en una entrevista: “busca que nadie se meta con su correo electrónico, que nadie se meta con páginas de internet, que no haya censura de los contenidos de internet, que el gobierno no meta a la cárcel a la gente porque tenga una descarga ilegal en su computadora…” A lo que Maerker (y muy probablemente ud., estimado lector) pregunta: ¿Qué es una descarga ilegal? En estricta teoría y para estos fines, se trata de toda aquella copia que se haga de algo que está protegido por Derechos de Autor y por la cual no se haya pagado.
Por otro lado, el mismo Döring explica que su ley no busca sancionar, sino que pretende informarle al usuario de internet cuando incurra en una acción ilegal (una descarga ilegal, pues) para invitarle a no volver a hacerlo… Entonces ¿cuál es el sentido de crear en México una LEY que “invite” a los usuarios de internet a no descargar contenidos de forma ilegal?
Teniendo esto en cuenta, es importante ponerse a pensar en qué radica la verdadera importancia de estas leyes y cómo nos afectan. Una de las medidas más polémicas que proponen SOPA/PIPA es la posibilidad de perseguir incluso fuera de los E.E.U.U. a las personas que violen la ley en este sentido, implicando que entonces (de alguna manera) se convierte en una ley internacional. A su vez, existen una serie de huecos, fallas, loopholes o como quieran llamarlo que es justo en donde entran varios puntos que causan alarma general. Para empezar, con el fin de poder identificar la fluctuación o descarga de archivos, sería necesario que existiera un órgano que pudiera tener acceso a nuestra dirección IP y su actividad. Esto tiene varias obvias implicaciones, mismas que considero, sobra decir en este escrito. Por otro lado, es importante señalar que hay algunas cosas que claramente están definidas como ilegales pero otras que no. Tal es el caso de los archivos que se pueden intercambiar con servicios como Dropbox, en donde el usuario decide con quien compartir qué tipo y cantidad de archivos, como si fuera un regalo o un préstamo incluso (en algún punto se puede optar por no permitir que la persona con la que se comparte la carpeta no pueda quedarse con copias de los archivos intercambiados) ¿Sería entonces ilegal compartir con quien yo decida algún disco que yo he comprado?
De igual manera, tendría que existir un organismo que regule lo que es o no legal en internet y he aquí, señores lectores, la cuestión que yo considero más importante o al menos digna de reflexionar. Se trata esto, como YO lo veo, del principio de una policía del internet. Sí, una especie de policía que buscaría que se respetaran los derechos de autor, mismos que son bastante pisoteados periódicamente incluso desde el momento en el que no se le da el crédito a alguien por la creación de algo, ya sea un texto, una ilustración o una foto, ejemplos que ven diario en las diferentes redes sociales, pero también sería el principio para empezar a regular qué información y qué tipo de cosas se colocan en la red, quien puede tener acceso a ellas, qué uso se les puede o no se les puede dar a este tipo de cosas, de qué manera se puede interactuar en internet y así sucesivamente…
Si bien entonces, un considerable número de usuarios se ha unido a las protestas de diferentes dominios, creo que es prudente que esto se haga siendo consciente de las diferentes implicaciones que SOPA y sus leyes hijas tienen. No, no es que ya no se puedan bajar discos ni pornografía ni entrar a Cuevana a ver películas, se trata de una serie de pautas que evidentemente pretenden restringir el internet como lo conocemos hoy en día.
@conejoazulorama
Antes que nada es importante sentar los precedentes: Durante 2010, Wikileaks causó efervescencia en internet con los diferentes cables que difundieron, poniendo en jaque a diversas instituciones a nivel mundial. A su vez, la organización Anonymous se encargó de sacudir lo suficiente como para también crear un foco rojo que el Gobierno de los E.E.U.U. miró con mucha atención. Aunado a esto, para el mundo están más que presente las diversas movilizaciones que dieron pie a las revoluciones del 2011, mismas que sucedieron gracias a las redes sociales. Tomando en cuenta lo anterior es importante preguntarse ¿cuál es la verdadera importancia de la Ley SOPA y las demás leyes que se proponen a partir de ésta? Su intención principal es detener la piratería en internet y proteger los derechos de autor de las obras que circulan en la red. Recordemos por favor que esto no es un problema reciente, es una cuestión planteada desde hace ya varios años a partir del surgimiento y apogeo de Napster. En general, busca proteger y ayudar a cualquier obra intelectual a nivel internacional. Ahora bien, en el caso de México, Federico Döring ha propuesto una ley “similar”. La famosa “Ley Döring”, según la explicación del propio senador a Denise Maerker en una entrevista: “busca que nadie se meta con su correo electrónico, que nadie se meta con páginas de internet, que no haya censura de los contenidos de internet, que el gobierno no meta a la cárcel a la gente porque tenga una descarga ilegal en su computadora…” A lo que Maerker (y muy probablemente ud., estimado lector) pregunta: ¿Qué es una descarga ilegal? En estricta teoría y para estos fines, se trata de toda aquella copia que se haga de algo que está protegido por Derechos de Autor y por la cual no se haya pagado.
Por otro lado, el mismo Döring explica que su ley no busca sancionar, sino que pretende informarle al usuario de internet cuando incurra en una acción ilegal (una descarga ilegal, pues) para invitarle a no volver a hacerlo… Entonces ¿cuál es el sentido de crear en México una LEY que “invite” a los usuarios de internet a no descargar contenidos de forma ilegal?
Teniendo esto en cuenta, es importante ponerse a pensar en qué radica la verdadera importancia de estas leyes y cómo nos afectan. Una de las medidas más polémicas que proponen SOPA/PIPA es la posibilidad de perseguir incluso fuera de los E.E.U.U. a las personas que violen la ley en este sentido, implicando que entonces (de alguna manera) se convierte en una ley internacional. A su vez, existen una serie de huecos, fallas, loopholes o como quieran llamarlo que es justo en donde entran varios puntos que causan alarma general. Para empezar, con el fin de poder identificar la fluctuación o descarga de archivos, sería necesario que existiera un órgano que pudiera tener acceso a nuestra dirección IP y su actividad. Esto tiene varias obvias implicaciones, mismas que considero, sobra decir en este escrito. Por otro lado, es importante señalar que hay algunas cosas que claramente están definidas como ilegales pero otras que no. Tal es el caso de los archivos que se pueden intercambiar con servicios como Dropbox, en donde el usuario decide con quien compartir qué tipo y cantidad de archivos, como si fuera un regalo o un préstamo incluso (en algún punto se puede optar por no permitir que la persona con la que se comparte la carpeta no pueda quedarse con copias de los archivos intercambiados) ¿Sería entonces ilegal compartir con quien yo decida algún disco que yo he comprado?
De igual manera, tendría que existir un organismo que regule lo que es o no legal en internet y he aquí, señores lectores, la cuestión que yo considero más importante o al menos digna de reflexionar. Se trata esto, como YO lo veo, del principio de una policía del internet. Sí, una especie de policía que buscaría que se respetaran los derechos de autor, mismos que son bastante pisoteados periódicamente incluso desde el momento en el que no se le da el crédito a alguien por la creación de algo, ya sea un texto, una ilustración o una foto, ejemplos que ven diario en las diferentes redes sociales, pero también sería el principio para empezar a regular qué información y qué tipo de cosas se colocan en la red, quien puede tener acceso a ellas, qué uso se les puede o no se les puede dar a este tipo de cosas, de qué manera se puede interactuar en internet y así sucesivamente…
Si bien entonces, un considerable número de usuarios se ha unido a las protestas de diferentes dominios, creo que es prudente que esto se haga siendo consciente de las diferentes implicaciones que SOPA y sus leyes hijas tienen. No, no es que ya no se puedan bajar discos ni pornografía ni entrar a Cuevana a ver películas, se trata de una serie de pautas que evidentemente pretenden restringir el internet como lo conocemos hoy en día.
Friday, February 17, 2012
De la muerte de MTV
En el principio, fue esto:
La mitad de mi educación musical, se la debo a MTV. En su momento fue la versión estadounidense del canal y después fue sustituído (atinadamente) por MTV latino (que al principio, creo yo, no era tan malo) Básicamente, entre los 11 y 15 años, éste fue el medio que tuve para descubrir música.
Después, todo se derrumbó. MTV se fue transformando gradualmente en un canal de reality shows grotescos dirigidos a adolescentes y lo peor, fue que la gente siguió viendo el canal. MTV no evolucionó, simplemente mutó en algo terrible que hoy en día, poco o nada tiene que ver con la música...
Es así que no es de sorprenderse que la juventud del mundo se dirija, independientemente del rumbo que lleva el mundo, a un barranco sin fondo, dirigidos por una cultura pop que no tiene nada que ofrecerles más que basura. Entonces ¿A qué podemos recurrir? Si bien, YouTube ha funcionado como una herramienta alternativa no tan mala, las múltiples limitaciones de cada país o de contenidos hacen que no sea del todo plausible. Teniendo esto en mente, fue que comprendí la importancia de una serie que en realidad no odio pero que pensaba que estaba altamente sobrevaluada, hasta hace poco ¿Qué serie? Glee.
Glee se estrenó en mayo del 2009 y desde el principio, como sabemos, se convirtió en un éxito. Su novedad fue que contaba con números musicales y evidentemente esto fue lo suficientemente llamativo para los adolescentes (sí, los que ven el MTV de ahora) para engancharse a la serie y empezar a comprar los discos y demás. Mi problema con la serie fue que (tal como lo viví con mi hermana) la gente decidía quedarse con las versiones de Glee y las canciones originales quedaban en un limbo de conciencia en donde a nadie le interesaba quien era el artista original que las interpretaba. Pero entonces me di cuenta de que Glee representa probablemente la única forma de acercamiento a la música que tiene mucha gente. Un punto importantísimo aquí es que, con el aumento de la población que cuenta con un dispositivo mp3 (por no decir iPod únicamente) existe una considerable disminución de la gente que sintoniza el radio con regularidad, muchos lo hacen solamente en el auto durante su trayecto a algún lado, por lo que la televisión o el internet son los medios más viables para acercarse a la música. A su vez, Glee cuenta con una serie de características que hacen que trascienda más allá de la música que incluye, ya que trata con temas típicos de la adolescencia sin ningún miramiento y con un enfoque un poco más crítico; además de dedicar algunos episodios a rendir tributo a artistas importantes de la música pop como Britney Spears, Madonna y Michael Jackson. Paralelo a esto último, también han servido para presentar de artistas que comienzan a darse a conocer con éxito comercial.
Entonces, tomando lo anterior en cuenta, me surgen dudas como: ¿Glee es todo lo que nos queda para que los adolescentes insulsos conozcan música nueva para ellos? ¿Es Glee lo que enseñará a las futuras generaciones sobre la música de antes? ¿Será Glee la serie que ponga las pautas para la música en la televisión post-MTV?
Entre todo esto, surge un rayo de esperanza. El 20 de agosto de 2007, se estrenó en Nickelodeon (canal que pertenece a MTV Networks) la serie de televisión infantil "Yo Gabba Gabba". La serie está dirigida a un público infantil menor a los 5 años y cuenta con participaciones de actores y bandas reconocidas en casi cada episodio. Un ejemplo:
Así como Ladytron, Yo Gabba Gabba cuenta con participaciones de grupos como:
- The Aquabats
- Cornelius
- The Shins
- The Roots
- The Clientele
- Smash Mouth
- Of Montreal
- Devotchka
- Mos Def
- I'm from Barcelona
- Devo
- The Decemberists
- Camera Obscura
- Chromeo
- Dr. Dog
- Weezer
- Flaming Lips
Además de que han actuado Elijah Wood, Tony Hawk y Anthony Bourdain, entre otros. Yo, en lo personal, veo "Yo Gabba Gabba" como un faro de luz que me hace tener un poco de fe en el destino musical de esa aún pequeña generación. Si bien, es muy probable que MTV ya no exista en un futuro (si es que aún podemos considerar que "existe", muerto está) programas como estos ya están empezando a crear que los niños crezcan con canciones de los antes mencionados y no de Barney, el dinosaurio.
Por otro lado, MTV Networks sigue ofreciendo algunas alternativas como MTV hits, VH1, MTV raps, etc. pero no es lo mismo remotamente. Quizás todo esto sea un intento de "descentralizar" un concepto de "Music Television" o de diversificarlo lo suficiente como para que exista una especie de competencia...si esto es posible. Lo que sí es que el MTV que conocemos, no merece seguir teniendo ese nombre, siendo un canal en el que el 90% de la programación NO tiene que ver nada con música. Es MTV ahora el estandarte de "La cultura [pop] de la basura". Pero no todo está perdido, aún tenemos Yo Gabba Gabba...
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