"El Encuentro"
Dos puntos que se atraen, no tienen por qué elegir forzosamente la recta. Claro que es el procedimiento más corto. Pero hay quienes prefieren el infinito.
Las gentes caen unas en brazos de otras sin detallar la aventura. Cuando mucho, avanzan en zig zag. Pero una vezen la meta corrigen la desviación y se acoplan. Tan brusco amor es un choque, y los que así se afrontaron son devueltos al punto de partida por un efecto de culata. Demasiado proyectiles, su camino al revés los incrusta de nuevo, repasando el cañón, en un cartucho sin pólvora.
De vez en cuando, una pareja se aparta de esta regla invariable. Su propósito es francamente lineal, y no carece de rectitud. Misteriosamente, optan por el laberinto. No pueden vivir separados. Ésta es su única certeza, y van a perderla buscándose. Cuando uno de ellos comete un error y provoca el encuentro, el otro finge no darse cuenta y pasa sin saludar.
Juan José Arreola.
Ahora ya que leen esto mis queridos saben porque agradezco o culpo tanto al señor Arreola como a Tlaxcala, y a IT y a ciertas personas.....y a mí.
Me molesta ser tan visceral para ciertas cosas y para otras no. No puedo elegir en cuáles y cuando pasa y no me saluda no puedo evitar querer llegar y patearlo o esconderme porque sé que me ve y yo también lo evito. Es absurdo, yo sé. Por eso siempre digo que las relaciones sentimentales asi como algunas relaciones humanas son pura mierda.
3 comments:
Já. Ahora entiendo tantas cosas...
¡Hola Skippy!
Yo también me identifico con ese texto. Pero no sé que tambien haya respondido al él.
Quizá la herida no está en tu corazón (sueno trillado, lo sé, pero es cierto) sino en tu amor propio.
Y no apestan la relaciones de cualquier tipo. Son humanas, finalmente (lo cual ya es bastante malo).
Post! Post! Post!
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