Wednesday, August 01, 2007

Una prueba más

Vivir en una avenida tiene ventajas pero tiene aun más desventajas. En temporada de lluvias, estas deventajas aumentan y la más inconveniente (y terrible) de todas es el río que se forma justo afuera de mi casa. Sí, RÍO, un río que abarca por lo menos carril y medio de la avenida y toda la banqueta y que fluye por unas 4 cuadras.

Aquel día cerré y la lluvia empezó a caer como a las 11 de la noche, no hace falta mucho tiempo para que el río se forme, sólo importa la intensidad de la lluvia y si ésta es muy fuerte, se formará en cuestión de minutos. Cuando por fin llegamos a mi casa vimos que efectivamente el río se formó y fluía con su acostumbrada y turbia intensidad. El taxista se acercó lo más que pudo a la acera para que no nos mojáramos tanto, el problema fue que no se acercó lo suficiente entonces tendríamos que salir atléticamente y dar un brinco a la banqueta. Y así fue, o por lo menos, algo así. En algún momento entre intentar salir del taxi y el brinco, mi zapato se cayó... y el río se lo llevó. Obviamente, como eran los zapatos con los que trabajaba, estaba en un predicamento pues ya no tenía zapatos para ir a trabajar al día siguiente. Es también obvio que, como no tenía zapato y el río abarca la banqueta, pues llegué con los pies empapados a mi casa y arrojando iracundamente el zapato que me quedaba. En mi enojo por la pérdida de mi zapato, mi abuela trató de hacerme sentir mejor diciéndome: "No te enojes ¿Qué tal que la encuentra tu príncipe azul y te viene a buscar?" y como es de esperarse, sólo puse mi cara de emoticon. Mi abuela al ver mi cara me dijo "¿Qué?¿No crees que eso pueda pasar? Nunca se sabe. Yo sólo pude sonreir ¿qué más podía decir? El río se llevó mi zapato.

A la mañana siguiente, tenía que ir a comprar otro par de zapatos negros. Salimos temprano de la casa y al llegar a la esquina, junto a un poste, estaba mi zapato.

Recogí mi zapato y le dije a mi abuela "Te digo que los príncipes azules no existen."

26 comments:

Gabi said...

Jajajaja
GRAN anécdota!!!
Ya extrañaba leerte.

Anonymous said...

Lo que sucede es que los príncipes azules no regresan zapatos.. Los príncipes azules te invitan una chela cuando ya no tienes dinero y la fiesta aún no termina...
Y sí, ya imagino tu cara de emoticon amiga.. jajajajaja

Anonymous said...

jajaja... me dió mucha risa !
talvez los príncipes no se andan por calles inundadas de la ciudad de méxico...

te mando un beso.

umbrella

Manolo said...

oye oye.. que te pudo haber llevado ese río

aguas!

pk said...

no es que sea la pena ajena, pero me reí un buen. imagino, además, lo enojada que pudiste estar; y la cara de tu abue al día siguiente tras esas palabras tuyas.

te mando un abrazo

Andrea Lopez Estrada said...

Gracias Gabs, Dul y Lucìa.

Efectivamente me pudo haber llevado aquel rìo y estarìa en alguna cloaca de la ciudad.

Sr. King: Esa es la intenciòn del post. Si se riò cumplì con mi objetivo.

Un abrazo a todos.

Lidia said...

ay andreita, no digas que no existen.
jejeje, me parece una linda anécdota. el comentario de tu abuelita es entenecedor.

Abrazos.

grabiel said...

amo a dulce. qué bonito dice las cosas.

espero que le hagas caso, jojojo.

Francisco Palacios said...

Creo que se concedieron una licencia poética tremenda tu abuela y tu: el zapato no se extravió donde debió extraviarse, faltó la fiesta, la calabaza, etc. Además no habías trabajado intensamente como para ganarte la envidia de tus hermanastras por la belleza que irradias (esa no se cuestiona).
Los príncipes azules si existen, si los quieres encontrar pues antes besa sapos. Ayer descubrieron a dos rumbo a la colonia Roma.

Anonymous said...

no lo puedo creeer alguien qe por fin ..... vio empire records con A.J lo ame !!!! soy de chile y no eres la unica qe la vio al menos 2 amigas mas nunca olvidamos esa peliculilla!!!! aun intento bajarla d internet!!!

espero tenerla algun dia !! salu2 desde chile. lilyan

Crispy said...

Ay, amiwis!!!!
No hay que creer en príncipes, pero de que los hay, los hay!

Qué bueno que lograste recuperar tu zapato.
Besos

Rafael said...

¿Usaste el mismo zapato? Seguro estaba empapado, apunto de enmoherse (o como se escriba en caso de que exista), curtido. Imagino el rechinido de tu caminar.

En cuanto a los príncipes azules, pues no, no existen. Me han dicho que son anaranjados

Un abrazo

Juana Nebulosa said...

Ah qué buen post, rìo maligno que te quita los zapatos.

Cómo dice Mel, no hay que creer en príncipes...

Guillermo said...

jajaja qué risa, me encantó este post. El final, las palabras a tu abuela, el zapato y tu cara de emoticon me hicieron la noche. Me encantó el comentario de Dulce, tiene toda la razón.
Un abrazote y oh nooo, se acerca el día, de regreso a clases.

kissel said...

que buen nombre el de tu blog...un saludo

Anonymous said...

Creo que la paciencia es algo que tiene muchos frutos....no esperaste, porque querías caminar inmediatamente...

Anonymous said...

los príncipes azules sí existen, lo que pasa es que ustedes, mujeres culeras, no los ven.

Darío Zetune said...

Ich stelle vor mich, die Störung aber auch es habe seine Vorteile: Sie gehen von den Erwerben weg und das gefällt immer, speziell zu den Frauen, hehehehehe!!

Sergio.

Alex said...

jeje que lindo relato Andrea!!! me hiciste reir como no tienes idea y hasta ternura me dio. Espero que hayas comprado otros zapatos de todas maneras. Escribe mas seguido mujer, que se te extran~a!
Te mando un abrazo de oso!

London Star said...

Andrea!!!! Que gusto que escribas. Al leer tu relato rei mucho y recorde como las vacaciones pasadas el rio cerca de la casa de Ixchel se llevo mi chancla e intento asesinarme.

Te extrañoooooooooooo!!!!!!

Scarlett Freyre said...

jajajjaja, me rei en serio de lo del rioavenida ..

Darío Zetune said...

Otro bló que ya sestá muriendo!

Anonymous said...

post! post! post! post!

Francisco Palacios said...

Hola como estás? Me uno a las plegarias de

post! post! post!

in.a.tryptic.set said...

me hiciste sonreir con tu historia

Anonymous said...

Jajaja, sé que fue algo trágico lo que te pasó..Pero en la forma en que lo escribiste me hizo reir muchísimo, jiji.