Sin título

El sueño me está atacando...y está ganando. Estos días de dormir mal están causando estragos. Ayer se nos ocurre ir por una bebida caliente con cafeína y nos vimos en la necesidad de permanecer protegidos por el techo del Jarocho mientras una tormenta azotaba la ciudad otra vez, sólo que en esta ocasión el agua cubrió Coyoacán. (literalmente)
Siempre es una experiencia para mí visitar Coyoacán, pasé ahí cuatro años de mi vida, era toda una rutina pero siempre había algo trascendente de algún modo. Ir al Jarocho prácticamente cada tarde, fumar Gratos cuando encontraba, sentarme en las jardineras a escribir en mi cuaderno azul mientras veía a las ratas pasar entre los arbustos. Los niños te pegan estampitas de corazón y te piden un peso...
Casi siempre que voy me encuentro a alguien que conocí en aquellas épocas, a alguien que iba en mi salón, era de mi generación, a alguno de los 30 chicos que me gustaron en esos días o simplemente a alguien que iba en la misma prepa. Ayer me topé con uno de los que consideraba mis mejores amigos, una de las personas que contribuyó en mi gusto por la literatura y que finalmente también tuvo influencia en mi decisión de estudiar Letras. Y después de tantas cosas, de considerarlo casi mi hermano ayer fue sólo un conocido más, a quien me daban ganas de abrazar pero fue imposible porque simplemente ya no nos conocemos.
El lunes comienzan las clases, no sé qué me depare este semestre ni sé cómo voy a sobrevivirlo. Todo pinta bien, aunque habrá hordas (chequen por favor la definición en el diccionario aunque sepan qué significa) de "rechazados" de la UNAM que aparentemente han pedido apoyo y solidaridad al movimiento ciudadano en favor de AMLO. Este año el número de alumnos de nuevo ingreso en Letras Modernas es el segundo más alto (después de Pedagogía) sólo para que se den una idea de cuanta gente habrá la próxima semana en CU.