Antes de irme a dormir tenía que postear, tenía que poner algo...no sé exactamente qué.

Hoy pude tomar un break mental, pero en general están pasando muchas cosas que ocupan mi cabeza, dejando a un lado lo usual, ya saben: mis traumas, mis clases, mis nervios...todo. Algunas cosas a las que estoy acostumbrada están cambiando y llegan otras a las que todavía no me acostumbro pero no por eso son malas. El problema es ése precisamente, la costumbre.

¿Cuántas cosas hago por costumbre? Honestamente no lo sé, pero me consterna ponerme a pensar en cuántas son en realidad.

También hay muchas cosas que ya no son más y que creo que he dejado de ser. Antes no me importaban muchas cosas y ahora muchas de esas cosas son importantes para mí. No sé a dónde voy con esto...pero me pregunto a veces ¿qué queda de lo que yo era antes?...no sé, hay cosas que no reconozco y estoy segura de que la mayoría de los que me conocían antes piensan igual, pero todos han cambiado, no sólo yo...

¿Ven lo que pasa cuando no tengo nada en qué pensar? Bueno, de hecho si tengo cosas en qué pensar pero estoy en modo alternativo, es decir, no pienso en lo que debo y tampoco quiero tener canciones en SAP todo el tiempo.

Me puse a pensar en ese concepto de exilio que tanto ha estado en el aire estos días (a porpósito de la tesis de Paty y del post del Sr. Priego) y me parece bien interesante lo que puede evocar y cuantas personas son marcadas por este "exilio", desde los casos más pequeños ya sea en una facultad o en un círculo pequeño de personas, los que son exiliados políticos, los que no pertenecen a ningún lado, los auto exiliados, etc. Tantas y tantas cosas que pueden pasar por mi cabeza a las 2:00 a.m. y ninguna tiene sentido (remember nonsense-letters? Dah!!!) Pero regresando a la cuestión de lo que queda...solamente la sombra, tal vez.